jueves, 29 de marzo de 2007

Varios

Todo ha muerto...

Todo ha muerto. La casa de la esquina; aquel poste arqueado que enarbola su tristeza sobre la humanidad del muro; la mesa de roble descansando en el altillo; el asombro de tus ojos...
Afuera, la blancura de las bolsas desperezan sus cuerpos multiformes como un presagio de antiguas calaveras, mientras esa soledad latente de las calles se pierde junto a las letras de tu nombre. Todo muere bajo un coro de nubes que augura la tormenta; del ciclista pálido que pedalea por inercia; de tu pulcro vestido de domingo o la inocencia de unos pies descalzos.
Ahora todo se ha convertido en un cíclico otoño; las pisadas grises de los transeúntes; los tilos gimiendo en las aceras; el respaldo tieso de alguna silla hamaca. Muere la mañana abrazada a los canteros como un preámbulo hacia el olvido de tu risa; la frescura de la hierba albergando esos te quiero postergados; cualquier atisbo de hermosura dentro de esta espiral del tiempo...


Sin palabras...


Atónita, vuelvo a observar los destrozos, amenazas, disparos, agresiones y heridas de siempre de estos mal llamados "compañeros peronistas". Y el círculo nuevamente se cierra sobre esas mismas personas que prefieren la brutalidad al raciocinio; el caos a la justicia; la mediocridad al respeto; para seguir manteniendo la barbarie junto a la impunidad. Pero todos no somos iguales; no compartimos ese dejar de ser como personas; la sangre derramada sin sentido. Tampoco comulgamos con el desprecio por la vida; el deterioro de los bienes edilicios, bastardeando esa "lealtad" que no supieron ni pudieron mantener. Son gente del propio partido; los mismos que dicen amar y venerar al "General"; hombres y mujeres enarbolando las banderas de su "líder".
¿Y entonces el gobierno dónde estaba? ¿Sobrevolando esa maraña de cuerpos humanos entrelazados por el odio y el egoísmo? ¿Observando en la distancia el momento exacto en que darían marcha atrás a su eterno discurso?
Custodiados por una legendaria CGT que todavía no ha podido iluminar el camino correcto, los restos del General, ayer volvieron a ascender a ese otro "mundo mejor"; el que imagino nunca llegaremos a ver, al menos en esta vida..., Ana Cecilia del Río, escritora de Bahía Blanca.


Educación desde el hogar

Vivir inmersos en un mundo donde la mayoría de la gente carece de educación es algo demasiado peligroso. Máxime cuando su definición nos dice que es "el desarrollo o perfeccionamiento de las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc., educando la inteligencia y la voluntad". Y no hablo sólo de colegios, en los cuales se debe enseñar, informar, instruir; sino del grupo familiar. El seno de la persona es la familia. Por ello, no recibir esa "ración" diaria tanto de alimentos como de las "reglas básicas de urbanidad, convivencia y cortesía" es, en sí, un delito inmenso. Sin dudas, la palabra "educar", implícitamente, no abarca tal culpa, pero sí la engendra y ocasiona, al privarle la libertad de "ser" como "persona". Parafraseando a J. J. Rousseau, deberíamos enseñar a adquirir, estimar y valorar la ciencia, amando la verdad por encima de todo. El no estar preparado facilita, por ejemplo, la tarea de los gobernantes de turno a seguir manipulando con o sin discreción a aquellas mentes precarias que no poseen la capacidad de discernir entre una cosa u otra. Tal como escribió Ellwood Cubberly en 1919: "Sólo un sistema de escuelas controladas por el gobierno puede ser libre de enseñar aquello que pueda demandar el bienestar del Estado". Y con esto también estoy hablando de respeto, de dignidad, de esfuerzo personal, de superación de metas físicas y mentales, de un trabajo digno, de poder criticar con fundamentos concretos y reales, de ser solidarios, entre tantas otras cosas. El caos es sólo un artífice para engendrar más caos. Las cosas no se gestan porque sí; se van construyendo sobre esas mismas bases mal estructuradas que, en un futuro no lejano, cederán ante cualquier tipo de imprevisto, hasta derrumbarlo todo. Gracias a la educación desde el hogar, podemos guiar, contener, insuflar, rescatar, premiar o no a una generación futura sobre los tantos flagelos que hoy conviven en esta sociedad. Entonces, no dejemos que nos quiten el privilegio de pensar, de elegir, de concretar los sueños o dirigir nuestras vidas, ya que es lo único que nos alejará de ser sólo un individuo de la especie humana, para configurar nuestra propia identidad como "persona".
Ana Cecilia del Río - Bahía Blanca
http://www.lanueva.com.ar/06/10/13/6ad056.sht


Exilio...
Estás en la nostalgia de saberte extraño. Exiliado de amor, te has hecho lejano y taciturno. El hastío ruge enjaulado en tus entrañas; vuela la piel enlutando los aires de una nueva herida; golondrina de sueños; la noche es una yaga abierta que vela nuevas almas.Ana Cecilia. ©

Negro de soles
Todo calla. La soledad es un espacio de ausencia que agoniza bajo el misterio de las almas. Afuera, la ciudad conspira azulada de estrellas tejiendo antiguos resabios, mientras la noche se agazapa tras el espejo del tiempo...
-----@-----Me esfumo. El silencio se hunde en ese estanque de tu ausencia como un fantasma del miedo, mientras la tierra aprisiona el cortejo de huellas que labra el olvido-----@-----Ahora todo se disipa en un cantar de labios. Mi boca aprisiona tu boca bajo esa esfera del tiempo que se redime en besos. Entonces naufragas el tormento divino de saberte mío; resucitas; me acallas con una lengua de estaño que navega entrañas, indivisa marea de aquietadas aguas...Ana Cecilia del Río - Bahía Blanca.


Melancolía.

Salva la voz de tus plegarias esta oscura imperfección de los silencios que no vuelve hecha palabra, mientras ese eterno desconsuelo de miradas sólo es un peregrinar de antiguas almas.
Ana Cecilia.

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